El día 15 de agosto pasado, en el marco de las llamadas "100 ASAMBLEAS" organizadas en todo el país por el FA, se llevó a cabo una de ellas en el Comité Shangrilá con el tema: País Productivo y Trabajo. En la misma estuvieron presentes los compañeros Jorge Bruni (MTSS), Andrés Berterreche (MGAP), y Daniel Montiel (DINARA). Transcribimos a continuación la intervención del compañero Jorge Bruni, y más adelante lo haremos con las de los demás oradores.
---------------------------------------------------------------------------------------------
Yo creo que si a todos los que están presentes hoy acá les preguntan: ¿qué es el Ministerio de Trabajo?, casi seguramente la gran mayoría dirá: el MTSS es, arreglar conflictos, e inspeccionar empresas. Creo que la mayor parte de la sociedad no tiene más idea que esa de lo que es el MTTS. Y, obviamente, los Consejos de Salarios. Y sobre esto va a ser el primer punto que voy a hablar, porque está candente el tema. Ustedes saben que los Consejos de Salarios tienen 65 años de existencia. Se convocaron en tres momentos políticos muy tensos: a la salida de la segunda guerra mundial -con todo lo que eso significaba-, a la salida de la dictadura, en el primer gobierno de Julio María Sanguinetti, y la tercera vez que fueron convocados fue cuando ganamos el gobierno. Tres momentos claves, tres momentos de pobreza: salida de la segunda guerra mundial, salida de la dictadura y salida de la brutal crisis del 2002. Y en los tres momentos políticos históricos en que fueron convocados, fueron muy buenos. Pero vamos a remitirnos a nuestros resultados.
Tuvieron que pasar 65 años para que por primera vez se convocaran Consejos de Salarios en la actividad rural. Nunca habían sido convocados.
Tuvieron que pasar 65 años para que por primera vez tuviera negociación el servicio doméstico. Admito que el servicio doméstico es un fenómeno que se ha acentuado en los últimos años. Pero lo cierto es que por lo menos en los últimos 30 años nunca fueron convocados los Consejos de Salarios del servicio doméstico. Por primera vez se van a reunir formalmente el lunes; porque ha habido reuniones informales.
No los voy a cansar con las cifras de los resultados: la baja del desempleo, el aumento del empleo, el aumento de la actividad, no los voy a cansar porque son muy notorias las cifras, y yo como abogado que soy no me gustaron nunca los números, pero bueno, sé que son muy importantes.
Tuvieron que pasar 73 años para que un gobierno –éste- sancionara la ley de Fueros Sindicales; que estaba de 1934.
Tuvieron que pasar 40 años -39 para ser más exactos- para que hubiera una norma para que los funcionarios públicos pudieran negociar todos juntos, y no como se negociaba antes, sector por sector.
Y así podríamos seguir con años y con normas incumplidas. Una de las características que tiene este país y la región, es que se sancionan leyes y decretos pero a veces no se cumplen. Es una característica de nuestro continente. En 170 años de vida independiente –vamos a ponerle independiente entre comillas, porque todos sabemos las condicionantes que tenemos- en América Latina hubo más de 280 reformas constitucionales, y sin embargo seguimos siendo el continente más desigual del planeta. Quiere decir que jugarse todo a la ley o a lo jurídico, en donde no se aplican, ya de por si es un déficit muy grande. Y por otra parte lo jurídico debe reflejar lo que es la vida social de cualquier sociedad.
Ahora voy a entrar en un tema muy polémico pero que bueno, es la realidad que hoy existe. Hoy estamos en un momento muy importante, ha habido dos reuniones en los últimos 45 días con el sector empresarial. Porque el sector empresarial se opuso fuertemente a eso que todos habrán sentido, la famosa “ley de tercerizaciones”. Ley de tercerizaciones que, junto con el disfraz de las empresas unipersonales; cuántos trabajadores hay que los hacen disfrazar de empresa unipersonales; cuántas empresas hay que son fachadas y que subcontratan a otras empresas que las hacen aparecer como unipersonales. La ley de tercerizaciones pretende precisamente encarar ese problema, cuyas consecuencias prácticas son: ausencia de derechos laborales, y ausencia de protección de la Seguridad Social.
Como consecuencia de esta política del gobierno, el sector empresarial que negoció 10 meses –no es como dicen que no se negoció, yo participé en todas ellas junto con el ministro-. Lo que pasa que de las siete reivindicaciones que presentó el sector empresarial se atendieron cuatro; y por las tres que no se atendieron se retiraron de la negociación. Y ahí se armó el escándalo de la ley de tercerizaciones, de la inexistencia del diálogo y de todo lo que la prensa publica y agranda.
Hace unos cuatro días hubo una reunión con el presidente, hace unos 40 días hubo una reunión con las cuatro cámaras, donde se oponen terminantemente a que el gobierno participe en las negociaciones. Dicen ellos: tienen que negociar solamente las empresas y los trabajadores. Pero para negociar entre empresarios y trabajadores hay que tener igualdad de poder. A nosotros nos enseñaron en la Universidad que el Derecho del Trabajo nació para igualar, para igualar lo que son las desigualdades entre la empresa y el trabajador. Y otra de las características que tiene este retiro del sector empresarial, es que tenemos que diferenciar –y más en materia social- lo que es gobierno, lo que es cogobierno y lo que es el tripartismo: que negocien los empresarios, que negocien los trabajadores y con la intervención del gobierno. Todo indica que cuando hay alguna ley, o cuando hay un proyecto que no nos gusta, algunos sectores se quieren transformar en cogobierno. Y es una cosa muy diferente que haya diálogo, que nos pongamos de acuerdo, a que se pretenda paralizar la acción de gobierno mediante el veto a cualquier iniciativa. Eso fue lo que pasó con la ley de tercerizaciones.
Por supuesto que es mucho mejor –y sobre todo en esta materia en la que nosotros estamos- aplicar una ley o un decreto cuando hay acuerdo. Pero el gobierno no se puede paralizar. El gobierno tiene el deber de gobernar y de trazar las políticas porque para ello fue elegido. Si se puede acordar, macanudo, será mejor, pero nunca tolerar un cogobierno, y de ninguno de los sectores; ni del sector empresarial ni del sector sindical. Porque nosotros tenemos la responsabilidad de gobernar.
Pero el Ministerio de Trabajo es mucho más que esto. Yo les voy a contar algo que ha salido en la prensa en los últimos días, que tiene que ver con el Plan Ceibal. La computadora número cien mil que se entrega. Hay experiencias notables, realmente muy emocionantes de cosas que han sucedido, el famoso ejemplo de la parición de un animal, de una oveja, bueno… A partir del año 2009 no van a quedar chiquilines que vayan a la escuela que no reciban una computadora; una computadora por niño. Y sabemos que por derecha y por izquierda hay críticas. Desde que un notorio personaje de la CIA es quien vino acá en marzo de 2008 a hablar del Plan Ceibal, hasta que les vamos a entregar las computadoras a los chiquilines y a los diez días va a estar vendidas. En cien mil computadoras se han detectado 30 que se han perdido. Pero hay mecanismos tecnológicos que la computadora, a los tres días, si no está en poder de los chiquilines y controladas por las autoridades, se paraliza. Por qué hablo del Plan Ceibal. Porque yo creo que tenemos elementos que no nos dejan ser pesimistas, pese a ser –perdónenme lo que voy a decir, no es para todos, yo también me incluyo- un país de viejos; un país que está envejeciendo aceleradamente, un país que dicen los demógrafos que en el 2040 ya no se reproduce. Por las tasas que se manejan, Uruguay no alcanza a reproducirse a sí mismo, y a esto hay que agregarle la emigración. Una computadora por chiquilín en Primaria. A partir del 2009, a partir de un convenio que tiene el Ministerio de Trabajo con el Ministerio de Educación, va a introducir en toda la enseñanza secundaria el concepto de la importancia que tiene el trabajo para cualquier sociedad. No el trabajo solamente para cobrar un salario, sino como elemento dignificador de la persona. Hoy vemos la situación de los que no tienen trabajo a donde puede llevarnos. Bueno, a partir de 2009, y con apoyo de la OIT, se introduce la generalización de seis experiencias piloto que se hicieron ya en el 2007. Se hicieron en Dolores, en Maldonado, en Durazno y en tres liceos de Montevideo. El Banco de Previsión Social tiene un convenio con el Ministerio de Educación por el cual se le enseña a todos los chiquilines los derechos, las obligaciones y las responsabilidades que se tienen con la seguridad social. La DGI, también tiene un convenio con el MEC donde se introducen conceptos de obligaciones, responsabilidades y derechos tributarios. Por todo esto es que yo digo que no tenemos derecho a ser pesimistas: tenemos el Plan Ceibal, tenemos el trabajo con la educación, tenemos la seguridad social con la educación y el sistema tributario con la educación. A pesar de ser un país que notoriamente envejece, tenemos elementos como para pensar que si se dan las oportunidades, la gurisada y los adolescentes han demostrado que son cuestionadotes, como tienen que ser, y en un país como el nuestro, que apuesta a la innovación tecnológica, apuesta a la cultura y el conocimiento, si será importante todo este ciclo que comienza con “una computadora un niño”.
Yo quería contarles esto porque tiene mucho que ver con el futuro de nuestro país, con el futuro del trabajo. E insisto, si le preguntan a la mayor parte de la sociedad que es el MTSS, ¿alguien piensa que el ministerio de trabajo tiene responsabilidades en la seguridad social? Son pocos, porque si bien hace 41 años que está constitucionalmente dispuesto que el Poder Ejecutivo, a través del Ministerio de Trabajo es quien traza las políticas de seguridad social, en 41 años nunca hubo funcionarios, y cuando nosotros entramos había un solo asesor. Quien puede pretender que con un solo asesor en cuarenta y pico de años se puedan trazar políticas de seguridad social. Eso se está superando, se multiplicó por siete u ocho el número de funcionarios y se está tratando de llevar adelante eso.
Y bueno, hay una política de pasividades, que no se asocia al Ministerio de Trabajo, se asocian a otros organismos, pero que es el MTSS quien firma los decretos, junto al MEF decreta los aumentos, etc. ¿Qué se ha hecho y qué se está tratando de hacer en materia de pasividades? Bueno, cuando accedimos al gobierno el poder real de las pasividades era del 27%. Se trazó una política de dar aumentos generales y dar aumentos diferenciales a los sectores más sumergidos. Eso ha originado que las pasividades en general hayan recuperado aproximadamente un 14, un 15%, y las pasividades sumergidas un 22%. Tuvieron que pasar 30 años –muchos recordarán acá como se topeaban las jubilaciones en 7 salarios mínimos nacionales, o en 5 al principio-, ningún gobierno se sensibilizó, y este gobierno eliminó los topes. ¿Qué es insuficiente? Ah, no tengo ninguna duda que es insuficiente. Pero recuerden lo que dijo en aquel entonces el candidato a la presidencia: el que piense que vamos a hacer las cosas de un día para otro, no nos vote. Y yo lo aplico a lo salarial pero fundamentalmente a las pasividades. Donde evidentemente hay pasividades que son lamentables (había pasividades de 600 pesos), pero hoy, a partir de julio, no hay jubilaciones menores a $2.210. Y no hay pensiones, para gente de menores ingresos, menores de $2.210 a partir del 1º de julio de 2010. Se eliminaron impuestos que afectaban a 160 mil jubilados, que regían desde 1961. Se había eliminado la prima por edad, y tuvieron que pasar 30 años para que un gobierno la restableciera. En forma muy insuficiente, acá ya no es insuficiente, muy insuficiente fue como se restableció la prima por edad. Pero también hemos dicho hasta el cansancio que, en materia de pasividades, como en otras, la cuestión es progresividad, paulatinidad. Si alguien piensa que las cosas se pueden solucionar de un día para el otro, estamos en problemas. Problemas porque no hay soluciones inmediatas y hasta con las propias promesas electorales.
Lo último, para no cansarlos, hoy acabo de firmar –estoy de ministro, lo eché al bicho Bonomi por una semana- un proyecto de ley que tiene cuatro o cinco reformas importantes en materia de seguridad social: la rebaja de la edad de 35 a 30 años, la posibilidad de jubilarse a los 58 años y 30 y algo de trabajo, (no de jubilarse; mediante un subsidio llegar a los 60 para que no se interrumpa la percepción de dinero por parte de los trabajadores); algunas reformas en materia de subsidios por incapacidad; ya está en el Parlamento el proyecto de Seguro de Paro, que favorece a los mayores de 50, que extiende la posibilidad del seguro de paro cuando hay dificultades, que obliga a realizar cursos después que se está tres meses en el seguro de paro. Porque esto hay que relacionarlo con las políticas de formación, políticas activas de empleo para pensar en el Uruguay del futuro. Tenemos un enorme desafío en materia de empleo. Es posible que la tasa de desempleo de aquí en más sea muy difícil bajarla porque no tenemos personal capacitado como para responder a la demanda de empleo que existe. Hay una serie de políticas de empleo que se están llevando adelante, el otro día lo informábamos en el Congreso de Intendentes. Se pretende que las políticas pasivas, en las que solo se recibe una ayuda, un subsidio, estén relacionadas con las políticas activas de empleo.
Entonces, tenemos mucho en el debe, tenemos muchas críticas. Generó muchas críticas por parte del PIT-CNT el decreto que firmamos sobre las AFAPs, hoy salió en la prensa que hasta ahora se han presentado 1000 trabajadores a desafiliarse de las AFAPs, yo soy muy crítico y no me gustan las AFAPs, pero se que en el gobierno existen otras opiniones. El día que violente mucho mi espíritu el tema de las AFAPs, sabré lo que tengo que hacer, me tendré que ir. Pero yo, mientras sea hombre de gobierno, pretendo, en esa gradualidad, en esa paulatinidad, ir atacando el tema. El universo potencial que existe para desafiliarse de las AFAPs es de unos 20.000; hasta ahora se han presentado 1.000. Habrá que analizarlo; es llamativo que se hayan presentado solamente mil.
Así que si tenemos esas críticas empresariales, si tenemos críticas de los partidos tradicionales, si tenemos llamados a sala semanalmente (hay un diputado blanco que creo que me llama dos o tres veces por mes para informarle) y hay que ir. La próxima semana ya estoy citado nuevamente, yo creo que si no volvemos a repetir en el gobierno (y esto para mi tiene que ser una consigna) va a haber un retroceso brutal en materia de seguridad social. Y sobre todo en leyes del trabajo. Porque hay una gran resistencia de las Cámaras empresariales. Salen todos los días a decir la barbaridad que significan las ocupaciones. Siempre existieron las ocupaciones. A veces se les va la mano a los sindicalistas, ¡por supuesto que se les va la mano a veces!, pero ocupaciones hubieron siempre. Cuando salimos de la dictadura yo recuerdo que el sector textil le paró todas las fábricas al gobierno de Sanguinetti. Y yo recuerdo que los sectores empresariales reclamaban el voto secreto en las asambleas sindicales para que esto no suceda. Son las reglas sindicales que rigen desde hace cien años, al igual que si no trabajo me tienen que descontar. Si no trabajo no puedo pretender que me paguen. El decreto establece que se descontará proporcionalmente al tiempo que no se trabaje, habrá que controlar. Felizmente (no cabía otra cosa) tanto el PIT-CNT como COFE han dicho que si, que corresponde.
Por eso digo que hay que tener muy claro en la cabeza que, cuidado si no hacemos los esfuerzos por obtener nuevamente el gobierno. Ya estamos viendo lo que está haciendo la oposición, lo que están haciendo determinados sectores empresariales. Yo declaré una vez que había puesto el dedo en la balanza a favor de los trabajadores. Me preguntó la prensa y yo dije que es cierto. ¡¡Y claro que es cierto!! Si veníamos de 20 años de retroceso, de regresión, en donde el platillo estaba del otro lado. Pusimos el dedo en la balanza para equilibrar lo que estaba desequilibrado. Y por acá me quedo.
Tuvieron que pasar 65 años para que por primera vez se convocaran Consejos de Salarios en la actividad rural. Nunca habían sido convocados.
Tuvieron que pasar 65 años para que por primera vez tuviera negociación el servicio doméstico. Admito que el servicio doméstico es un fenómeno que se ha acentuado en los últimos años. Pero lo cierto es que por lo menos en los últimos 30 años nunca fueron convocados los Consejos de Salarios del servicio doméstico. Por primera vez se van a reunir formalmente el lunes; porque ha habido reuniones informales.
No los voy a cansar con las cifras de los resultados: la baja del desempleo, el aumento del empleo, el aumento de la actividad, no los voy a cansar porque son muy notorias las cifras, y yo como abogado que soy no me gustaron nunca los números, pero bueno, sé que son muy importantes.
Tuvieron que pasar 73 años para que un gobierno –éste- sancionara la ley de Fueros Sindicales; que estaba de 1934.
Tuvieron que pasar 40 años -39 para ser más exactos- para que hubiera una norma para que los funcionarios públicos pudieran negociar todos juntos, y no como se negociaba antes, sector por sector.
Y así podríamos seguir con años y con normas incumplidas. Una de las características que tiene este país y la región, es que se sancionan leyes y decretos pero a veces no se cumplen. Es una característica de nuestro continente. En 170 años de vida independiente –vamos a ponerle independiente entre comillas, porque todos sabemos las condicionantes que tenemos- en América Latina hubo más de 280 reformas constitucionales, y sin embargo seguimos siendo el continente más desigual del planeta. Quiere decir que jugarse todo a la ley o a lo jurídico, en donde no se aplican, ya de por si es un déficit muy grande. Y por otra parte lo jurídico debe reflejar lo que es la vida social de cualquier sociedad.
Ahora voy a entrar en un tema muy polémico pero que bueno, es la realidad que hoy existe. Hoy estamos en un momento muy importante, ha habido dos reuniones en los últimos 45 días con el sector empresarial. Porque el sector empresarial se opuso fuertemente a eso que todos habrán sentido, la famosa “ley de tercerizaciones”. Ley de tercerizaciones que, junto con el disfraz de las empresas unipersonales; cuántos trabajadores hay que los hacen disfrazar de empresa unipersonales; cuántas empresas hay que son fachadas y que subcontratan a otras empresas que las hacen aparecer como unipersonales. La ley de tercerizaciones pretende precisamente encarar ese problema, cuyas consecuencias prácticas son: ausencia de derechos laborales, y ausencia de protección de la Seguridad Social.
Como consecuencia de esta política del gobierno, el sector empresarial que negoció 10 meses –no es como dicen que no se negoció, yo participé en todas ellas junto con el ministro-. Lo que pasa que de las siete reivindicaciones que presentó el sector empresarial se atendieron cuatro; y por las tres que no se atendieron se retiraron de la negociación. Y ahí se armó el escándalo de la ley de tercerizaciones, de la inexistencia del diálogo y de todo lo que la prensa publica y agranda.
Hace unos cuatro días hubo una reunión con el presidente, hace unos 40 días hubo una reunión con las cuatro cámaras, donde se oponen terminantemente a que el gobierno participe en las negociaciones. Dicen ellos: tienen que negociar solamente las empresas y los trabajadores. Pero para negociar entre empresarios y trabajadores hay que tener igualdad de poder. A nosotros nos enseñaron en la Universidad que el Derecho del Trabajo nació para igualar, para igualar lo que son las desigualdades entre la empresa y el trabajador. Y otra de las características que tiene este retiro del sector empresarial, es que tenemos que diferenciar –y más en materia social- lo que es gobierno, lo que es cogobierno y lo que es el tripartismo: que negocien los empresarios, que negocien los trabajadores y con la intervención del gobierno. Todo indica que cuando hay alguna ley, o cuando hay un proyecto que no nos gusta, algunos sectores se quieren transformar en cogobierno. Y es una cosa muy diferente que haya diálogo, que nos pongamos de acuerdo, a que se pretenda paralizar la acción de gobierno mediante el veto a cualquier iniciativa. Eso fue lo que pasó con la ley de tercerizaciones.
Por supuesto que es mucho mejor –y sobre todo en esta materia en la que nosotros estamos- aplicar una ley o un decreto cuando hay acuerdo. Pero el gobierno no se puede paralizar. El gobierno tiene el deber de gobernar y de trazar las políticas porque para ello fue elegido. Si se puede acordar, macanudo, será mejor, pero nunca tolerar un cogobierno, y de ninguno de los sectores; ni del sector empresarial ni del sector sindical. Porque nosotros tenemos la responsabilidad de gobernar.
Pero el Ministerio de Trabajo es mucho más que esto. Yo les voy a contar algo que ha salido en la prensa en los últimos días, que tiene que ver con el Plan Ceibal. La computadora número cien mil que se entrega. Hay experiencias notables, realmente muy emocionantes de cosas que han sucedido, el famoso ejemplo de la parición de un animal, de una oveja, bueno… A partir del año 2009 no van a quedar chiquilines que vayan a la escuela que no reciban una computadora; una computadora por niño. Y sabemos que por derecha y por izquierda hay críticas. Desde que un notorio personaje de la CIA es quien vino acá en marzo de 2008 a hablar del Plan Ceibal, hasta que les vamos a entregar las computadoras a los chiquilines y a los diez días va a estar vendidas. En cien mil computadoras se han detectado 30 que se han perdido. Pero hay mecanismos tecnológicos que la computadora, a los tres días, si no está en poder de los chiquilines y controladas por las autoridades, se paraliza. Por qué hablo del Plan Ceibal. Porque yo creo que tenemos elementos que no nos dejan ser pesimistas, pese a ser –perdónenme lo que voy a decir, no es para todos, yo también me incluyo- un país de viejos; un país que está envejeciendo aceleradamente, un país que dicen los demógrafos que en el 2040 ya no se reproduce. Por las tasas que se manejan, Uruguay no alcanza a reproducirse a sí mismo, y a esto hay que agregarle la emigración. Una computadora por chiquilín en Primaria. A partir del 2009, a partir de un convenio que tiene el Ministerio de Trabajo con el Ministerio de Educación, va a introducir en toda la enseñanza secundaria el concepto de la importancia que tiene el trabajo para cualquier sociedad. No el trabajo solamente para cobrar un salario, sino como elemento dignificador de la persona. Hoy vemos la situación de los que no tienen trabajo a donde puede llevarnos. Bueno, a partir de 2009, y con apoyo de la OIT, se introduce la generalización de seis experiencias piloto que se hicieron ya en el 2007. Se hicieron en Dolores, en Maldonado, en Durazno y en tres liceos de Montevideo. El Banco de Previsión Social tiene un convenio con el Ministerio de Educación por el cual se le enseña a todos los chiquilines los derechos, las obligaciones y las responsabilidades que se tienen con la seguridad social. La DGI, también tiene un convenio con el MEC donde se introducen conceptos de obligaciones, responsabilidades y derechos tributarios. Por todo esto es que yo digo que no tenemos derecho a ser pesimistas: tenemos el Plan Ceibal, tenemos el trabajo con la educación, tenemos la seguridad social con la educación y el sistema tributario con la educación. A pesar de ser un país que notoriamente envejece, tenemos elementos como para pensar que si se dan las oportunidades, la gurisada y los adolescentes han demostrado que son cuestionadotes, como tienen que ser, y en un país como el nuestro, que apuesta a la innovación tecnológica, apuesta a la cultura y el conocimiento, si será importante todo este ciclo que comienza con “una computadora un niño”.
Yo quería contarles esto porque tiene mucho que ver con el futuro de nuestro país, con el futuro del trabajo. E insisto, si le preguntan a la mayor parte de la sociedad que es el MTSS, ¿alguien piensa que el ministerio de trabajo tiene responsabilidades en la seguridad social? Son pocos, porque si bien hace 41 años que está constitucionalmente dispuesto que el Poder Ejecutivo, a través del Ministerio de Trabajo es quien traza las políticas de seguridad social, en 41 años nunca hubo funcionarios, y cuando nosotros entramos había un solo asesor. Quien puede pretender que con un solo asesor en cuarenta y pico de años se puedan trazar políticas de seguridad social. Eso se está superando, se multiplicó por siete u ocho el número de funcionarios y se está tratando de llevar adelante eso.
Y bueno, hay una política de pasividades, que no se asocia al Ministerio de Trabajo, se asocian a otros organismos, pero que es el MTSS quien firma los decretos, junto al MEF decreta los aumentos, etc. ¿Qué se ha hecho y qué se está tratando de hacer en materia de pasividades? Bueno, cuando accedimos al gobierno el poder real de las pasividades era del 27%. Se trazó una política de dar aumentos generales y dar aumentos diferenciales a los sectores más sumergidos. Eso ha originado que las pasividades en general hayan recuperado aproximadamente un 14, un 15%, y las pasividades sumergidas un 22%. Tuvieron que pasar 30 años –muchos recordarán acá como se topeaban las jubilaciones en 7 salarios mínimos nacionales, o en 5 al principio-, ningún gobierno se sensibilizó, y este gobierno eliminó los topes. ¿Qué es insuficiente? Ah, no tengo ninguna duda que es insuficiente. Pero recuerden lo que dijo en aquel entonces el candidato a la presidencia: el que piense que vamos a hacer las cosas de un día para otro, no nos vote. Y yo lo aplico a lo salarial pero fundamentalmente a las pasividades. Donde evidentemente hay pasividades que son lamentables (había pasividades de 600 pesos), pero hoy, a partir de julio, no hay jubilaciones menores a $2.210. Y no hay pensiones, para gente de menores ingresos, menores de $2.210 a partir del 1º de julio de 2010. Se eliminaron impuestos que afectaban a 160 mil jubilados, que regían desde 1961. Se había eliminado la prima por edad, y tuvieron que pasar 30 años para que un gobierno la restableciera. En forma muy insuficiente, acá ya no es insuficiente, muy insuficiente fue como se restableció la prima por edad. Pero también hemos dicho hasta el cansancio que, en materia de pasividades, como en otras, la cuestión es progresividad, paulatinidad. Si alguien piensa que las cosas se pueden solucionar de un día para el otro, estamos en problemas. Problemas porque no hay soluciones inmediatas y hasta con las propias promesas electorales.
Lo último, para no cansarlos, hoy acabo de firmar –estoy de ministro, lo eché al bicho Bonomi por una semana- un proyecto de ley que tiene cuatro o cinco reformas importantes en materia de seguridad social: la rebaja de la edad de 35 a 30 años, la posibilidad de jubilarse a los 58 años y 30 y algo de trabajo, (no de jubilarse; mediante un subsidio llegar a los 60 para que no se interrumpa la percepción de dinero por parte de los trabajadores); algunas reformas en materia de subsidios por incapacidad; ya está en el Parlamento el proyecto de Seguro de Paro, que favorece a los mayores de 50, que extiende la posibilidad del seguro de paro cuando hay dificultades, que obliga a realizar cursos después que se está tres meses en el seguro de paro. Porque esto hay que relacionarlo con las políticas de formación, políticas activas de empleo para pensar en el Uruguay del futuro. Tenemos un enorme desafío en materia de empleo. Es posible que la tasa de desempleo de aquí en más sea muy difícil bajarla porque no tenemos personal capacitado como para responder a la demanda de empleo que existe. Hay una serie de políticas de empleo que se están llevando adelante, el otro día lo informábamos en el Congreso de Intendentes. Se pretende que las políticas pasivas, en las que solo se recibe una ayuda, un subsidio, estén relacionadas con las políticas activas de empleo.
Entonces, tenemos mucho en el debe, tenemos muchas críticas. Generó muchas críticas por parte del PIT-CNT el decreto que firmamos sobre las AFAPs, hoy salió en la prensa que hasta ahora se han presentado 1000 trabajadores a desafiliarse de las AFAPs, yo soy muy crítico y no me gustan las AFAPs, pero se que en el gobierno existen otras opiniones. El día que violente mucho mi espíritu el tema de las AFAPs, sabré lo que tengo que hacer, me tendré que ir. Pero yo, mientras sea hombre de gobierno, pretendo, en esa gradualidad, en esa paulatinidad, ir atacando el tema. El universo potencial que existe para desafiliarse de las AFAPs es de unos 20.000; hasta ahora se han presentado 1.000. Habrá que analizarlo; es llamativo que se hayan presentado solamente mil.
Así que si tenemos esas críticas empresariales, si tenemos críticas de los partidos tradicionales, si tenemos llamados a sala semanalmente (hay un diputado blanco que creo que me llama dos o tres veces por mes para informarle) y hay que ir. La próxima semana ya estoy citado nuevamente, yo creo que si no volvemos a repetir en el gobierno (y esto para mi tiene que ser una consigna) va a haber un retroceso brutal en materia de seguridad social. Y sobre todo en leyes del trabajo. Porque hay una gran resistencia de las Cámaras empresariales. Salen todos los días a decir la barbaridad que significan las ocupaciones. Siempre existieron las ocupaciones. A veces se les va la mano a los sindicalistas, ¡por supuesto que se les va la mano a veces!, pero ocupaciones hubieron siempre. Cuando salimos de la dictadura yo recuerdo que el sector textil le paró todas las fábricas al gobierno de Sanguinetti. Y yo recuerdo que los sectores empresariales reclamaban el voto secreto en las asambleas sindicales para que esto no suceda. Son las reglas sindicales que rigen desde hace cien años, al igual que si no trabajo me tienen que descontar. Si no trabajo no puedo pretender que me paguen. El decreto establece que se descontará proporcionalmente al tiempo que no se trabaje, habrá que controlar. Felizmente (no cabía otra cosa) tanto el PIT-CNT como COFE han dicho que si, que corresponde.
Por eso digo que hay que tener muy claro en la cabeza que, cuidado si no hacemos los esfuerzos por obtener nuevamente el gobierno. Ya estamos viendo lo que está haciendo la oposición, lo que están haciendo determinados sectores empresariales. Yo declaré una vez que había puesto el dedo en la balanza a favor de los trabajadores. Me preguntó la prensa y yo dije que es cierto. ¡¡Y claro que es cierto!! Si veníamos de 20 años de retroceso, de regresión, en donde el platillo estaba del otro lado. Pusimos el dedo en la balanza para equilibrar lo que estaba desequilibrado. Y por acá me quedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario